Protocolo para un nuevo cierre de centros educativos

Como profesor ¿qué pasos he de seguir si hay un nuevo cierre de centros educativos? ¿Se debería tener un protocolo preparado? la respuesta es que sí, que conviene y mucho.

Los profesores, sin quererlo, nos hemos estado preparando para el aprendizaje a distancia durante mucho tiempo porque las herramientas que estamos utilizando no han salido de la nada. Bien, es cierto que muchas las hemos adaptado, pero quien más quien menos el primer día ya sabía cómo usar el email, el WhatsApp o la plataforma educativa de su centro para impartir y repasar materia. Evidentemente, es posible que nunca habríamos imaginado que usaríamos esas herramientas y aprenderíamos a usar otras que estaríamos manejando todos los días a este nivel, pero seguimos en clase y debemos establecer rutinas, crear entornos de aprendizaje y ser flexibles. Y además hay que estar preparado para otro confinamiento u otro tipo de circunstancias que pueden llevar a suspender las clases como nevadas u olas de calor tal y como ocurre en otros países. La administración sabe que podemos, que se puede y que los alumnos y familias también, así que no veo por qué no pasaremos a clases online a la mínima inconveniencia.

1.- Adaptarse a la infraestructura de los hogares

Es cierto que debemos asignar y hacer tareas con recursos digitales, pero deberíamos tener cuidado porque hay estudiantes que pueden tener un acceso pobre, limitado o incluso tener sólo el teléfono con conexión a internet. ¿Has pensado si tiene hermanos en la misma situación de estudio online, si sus padres hacen teletrabajo o si han tenido que prescindir de la conexión a Internet?

Habría que intentar que lo que les mandamos hacer pueda ser hecho offline o, si es imprescindible estar conectado, que sea algo esporádico o de no mucha duración por la cuestión de que a lo mejor sólo pueden hacerlo por teléfono y con datos limitados.

2.- Comunícate frecuentemente con tus alumnos

Tener una comunicación regular y consistente con tus alumnos les servirá de gran apoyo mental no solo para el mantenimiento de su ritmo de aprendizaje, sino también para reducir la sensación de desconexión de la vida escolar. Es fundamental que el alumno sienta que no está de vacaciones, que sigue en un entorno escolar distinto, pero en un entorno escolar,  y el principal factor de creación de ambiente escolar es el colegio y sus profesores.

En estos días de confinamiento los centros, por lo general, han dado libertad a sus profesores para escoger el método de comunicación en el que se sentían más cómodos porque no podían exigir de la noche a la mañana que los docentes fuesen expertos en Google Classroom, en Zoom, en Teams… Pero seguramente los directores y las administraciones estén pensando en algo unificado porque no sabemos si va a haber otra pandemia, otras circunstancias que puedan hacer sencilla la interrupción de las clases presenciales y hacer uno o dos días de tele estudio. Y cuando digo esto estoy pensando no ya en circunstancias de salud, sino también en circunstancias meteorológicas como ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos.

Ahora, aunque no hayas trabajado con ellas, seguramente sabes que existen plataformas o suites informátics que permiten no solo la comunicación con estudiantes y familias, sino también asignar tareas, corregirlas e interactuar como si estuviésemos en las aulas. Si no las has utilizado te recomiendo que preguntes a tus compañeros qué han hecho y que te vayas quedando con un par de nombres de programas, pues no solo los podrás utilizar en las clases online sino también en el día a día de las clases presenciales. Teams, Google Classroom o la plataforma educativa de tu centro, si es que tienes, seguro que son mucho mejores que enviar emails o mensajes de whatsapp.

3.- Establece un horario lo antes posible

La mayoría de las comunidades autónomas y centros educativos han establecido pautas para lo que se requiere y lo que se recomienda durante el aprendizaje a distancia. Algunos colegios e institutos poseen plataformas en línea o de aprendizaje electrónico, otros requieren que los estudiantes completen las tareas y las envíen por email. Cualesquiera que sean las pautas dadas, hay que establecer un horario para las clases. ¿Cuándo y cómo estarás disponible para alumnos y padres? ¿Aproximadamente cuánto aprendizaje en el hogar se debe esperar cada semana?

Lo ideal, más deseable y que crea más orden es que desde los equipos directivos se encarguen de hacer el horario teniendo en cuenta que no podemos tener a nuestros alumnos seis horas al día sentados delante del ordenador (¿y en un aula? reflexión es para otro artículo). Cuando empieces a pensar en un horario, concéntrate en la simplicidad. Los padres y los alumnos están lidiando con mucha incertidumbre. Dar tareas fáciles de entender, que no requieren todo el día o que no requieren un apoyo constante para poder acabarlas puede ayudar a llevar la normalidad del aprendizaje sin empeorar el estrés.

Considera usar una plantilla simple o algo semejante para crear tu horario de clases para cada día o semana. Esto es perfecto para compartirlo con los estudiantes y sus padres. Este punto es mucho más fácil si el centro escolar trabaja con algún tipo de Las plataformas educativas como Google Classroom o Microsoft Teams. Si no es así, considera empezar a usarlas.

4.- Establece un sistema de organización

Pensando en la planificación de los niños y las familias considera dar tus actividades o requisitos semanales los lunes para que las familias puedan realizar un seguimiento de lo que sus hijos necesitan completar en todas las asignaturas.

En definitiva, todos esperamos volver a la normalidad. Hasta entonces, ayuda a tus alumnos y a sus padres a mantenerse organizados. Utiliza siempre la misma sistemática. Si decides mandar toda la planificación semanal el lunes a primera hora, sigue haciéndolo así, es lo que esperas los alumnos. Si decides hacer cambios, comunícalos.

Ten en cuenta que en cada casa hay un mundo, que puede haber más hermanos tele estudiando, padres teletrabajando, mal ambiente por temas laborales e incluso de salud. No traslades tu mesa de profesor a la mesa de tu casa porque es algo no deseable e irreal.

5.- Estandariza el tiempo, modo y forma de informar de las tareas

Son momentos de incertidumbre, de no tener al profesor al lado, por eso, más que nunca, tienes que tener establecido con la suficiente antelación cuándo y cómo vas a mandar tareas o cuándo vas a hacer una conexión en vivo.

Lo ideal es que a principio de semana se establezca a primera hora, y siempre por el mismo canal, lo que se va a hacer durante la semana. Los alumnos y sus padres deben saber que, por ejemplo, todos los lunes a las 8 de la mañana serán informados sobre qué se va a hacer durante toda la semana en tu asignatura. No tienes por qué tener ya los ejercicios preparados, pero sí puede ser un aviso del tipo “Hoy a las 10:30 nos veremos para explicaros qué vamos a hacer durante la semana y os anticipo que será sobre el tema 5 del libro“. Algo de este tipo prepara ya a los alumnos de cara a la semana y les quita la incertidumbre de qué haremos hoy o qué sorpresa tendré en el correo a primera hora.

Intenta escribirles todos los días con lo que se va a hacer. Esto hará que las familias y los alumnos tengan un conocimiento rápido de lo que tienen que hacer, qué es lo que tienen que conseguir y cómo lo tienen que hacer.

Mantén una conexión regular con tu equipo y compartid la responsabilidad en crear material digital Para los chicos. Los estudiantes no siempre tienen que ver a su propio profesor y los equipos pueden crear contenido para diversas clases dando sensación de que todo el centro rema en la misma dirección: el bienestar y el desarrollo académico de los alumnos.

6.- Comunica las tareas con claridad

Marca tareas al inicio de cada día usando las plataformas que tu colegio haya decidido que hay que usar. Recuerda que tienen que ser accesibles para los padres y las tareas que asignes tienen que ser fáciles de entender y, a ser posible, con pocas instrucciones y nada farragosas.

A través de la aplicación que tú uses o mediante la plataforma del colegio puedes compartir enlaces para vídeos o documentos a los que quieres que ellos tengan acceso o bien darles solo indicaciones de lo que tienen que hacer. Una mensaje diario, como he dicho arriba, explicando lo que se va a hacer da a los estudiantes mucha certidumbre de lo que van a hacer y una conexión con la vida escolar. Esa nota diaria hay que hacer que sea visible para los padres de esta manera los padres saben que hay trabajo y pueden tratar de dirigir el aprendizaje en un primer momento, sería el “ponte a estudiar, que tienes tareas”.

7.- Minimiza los emails y maximiza los mensajes por plataforma

Intentaremos acostumbrar a los alumnos a conectarse a las plataformas para evitar el envío de emails, es más rápido y más efectivo.

Es necesario también comunicarse con los padres y normalmente la dirección del centro suele ser la que establece los cauces y la frecuencia. Si no fuese así intenta comunicarte como mínimo dos veces al mes con un correo general a todos los padres de tus grupos. Anima a los padres a que también tomen parte en el proceso y recuérdales qué tienen a su disposición cada día  información sobre las tareas que tienen que hacer sus hijos. Diles también que estás disponible vía correo o vía plataforma. Cuando haya otro cierre de colegio manda un email a los padres tranquilizando y explicando lo que vas a hacer respecto a tareas y evaluación, así como qué va a pasar con lo que ha quedado pendiente.

8.- Mantén reuniones en directo

No tiene que ser una video llamada, puede ser de audio. Este tipo de actividad suele salir mejor con los más pequeños que lo ven como novedad, participan (a veces demasiado) y les tranquiliza bastante el saber que su profesor sigue pendiente de ellos. Los padres también lo valoran porque te verán actuando como profesor y les generarás confianza.

Es cierto que no es lo mismo enseñar en clase en una pizarra que enseñar desde un ordenador. Sólo los que alguna vez habían enseñado desde el ordenador sabían qué hacer cuando se cerraron los colegios. Muchos han optado por seguir usando en vivo algún tipo de pizarra y otros han optado por los powerpoint e incluso una hoja en blanco de Word. Convendrá que te decantes por algún tipo de recurso que pueda sustituir a la pizarra y  la tiza.

9.- Introduce pocas novedades

Tú has decidido usar Micorsoft Teams, edpuzzle y flipgrid y zoom para entrevistas; tu compañero prefiere las herramientas de Google Classroom, pero le gusta que las tareas se las envíen por correo electrónico; otro ha hecho un grupo de niños en Telegram y por ahí hacen todo lo de clase, otro usa Edmodo y evalúa con quizizz y quizlet… Procura enterarte si las herramientas que estás utilizando son las más populares entre los profesores y, sobre todo,  las más fáciles de usar para los padres y los alumnos porque lo que se pretende es que sean útiles para las familias. Es una buena época para aprender y para intentar sacar lo positivo que tendrán estas herramientas cuando volvamos a las aulas.
No puede ser que los niños acaben conociendo más herramientas que sus profesores, intentad usar las mismas, no volváis locos a los chavales.

10.- Sé flexible

Los sistemas de comunicación en línea se verán saturados con todos tratando de usar la transmisión en línea. Cuando los necesites, las cámaras web y los micrófonos inevitablemente dejarán de funcionar. Las mismas molestias tecnológicas con las que lidiaste en el aula se multiplicarán por diez en un entorno de aprendizaje digital. Todos tienen que ser flexibles entre sí durante este tiempo, pero tú también debes ser flexible contigo mismo. Si les decimos a nuestros estudiantes que está bien cometer errores, tenemos que estar dispuestos a no ser severos con nosotros mismo intentando solucionar algo que ya no tiene solución.

 

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11.- Mira el lado positivo y reflexiona

Si bien estos cambios han sido un desafío para muchos de nosotros, hay un lado positivo sobre todo de reflexión.

Se ha reflexionado mucho si la educación que estamos impartiendo en las aulas se está haciendo del modo correcto, si no basamos mucho los exámenes en mera memorización que se puede consultar en libros; si realmente estamos usando las nuevas te

cnologías como manda la ley; si los “nativos digitales” en realidad solo saben de Instagram y Tiktok; si no deberíamos usar todas estas herramientas que hemos aprendido de forma más asidua… Seguro que esta experiencia provocará cambios en la manera de enseñar. Nos ha abierto los ojos sobre cosas que estaban ahí porque llevan ahí años, porque siempre se habían hecho así en la enseñanza y es ahora el momento e cuestionarnos muchas de ellas.

12.- ¿Sabrías cómo empezar si hay otra suspensión de clases presenciales?

Esta experiencia nos ha servido para ver que las clases presenciales no pueden ser como las clases online, no basta con escribir en una hoja y acercar la hoja a la webcam, o al menos yo no entiendo las clases online de esa forma.

Has tenido que ponerte al día en algo que se hace en otros países cuando hay tales circunstancias meteorológicas que hacen que no sea recomendable salir de casa o andar por las carreteras. Ya tienes una base ¿por qué no investigas más? Aprovecha para preguntar a tus colegas cómo lo han hecho, qué les ha resultado bien, qué les ha resultado mal, cuéntales qué te ha sido imposible hacer… Trata de usar tus nuevos aprendizajes en las clases normales. Sabes que los alumnos son capaces de usar herramientas online, sácales provecho real. Adapta tus materiales, reutiliza los que has estado usando porque no me digas que no has trabajado una barbaridad en este sentido.

En definitiva prepárate para una nueva suspensión, ¿sabrías qué hacer? Tal vez te convenga escribir tu propio protocolo de trabajo para poder comunicarlo a tus alumnos en cuanto se suspendan las clases. Tú ya has estado en esa situación y sabes cómo hacerlo.

13.- Checklist para el futuro

  • Sé cómo enviar un email a un grupo de estudiantes o a un grupo de padres.
  • Tengo preparadas las aplicaciones en mis dispositivos y sé que ms alumnos las conocen en caso de que también tengan que usarlas.
  • Se cómo conectarme a las diferentes aplicaciones
  • Sé cómo solucionar problemas normales del día a día, tengo plan B.
  • Trabajo con mi departamento y sé lo que voy a hacer a dos semanas vista.
  • Sé cómo compartir documentos con mis colegas y cómo asegurarme  que ellos pueden editar los documentos colaborativos.
  • Sé cómo compartir un documento de forma que sólo sirva para leerse.
  • Sé cómo grabar la pantalla de mi ordenador para poder enviar videos cortos aclaratorios.
  • Sé cómo usar un programa para unir distinto contenido: texto, imágenes.
  • Sé cómo hacer una video llamada en grupo y de forma individual.
  • Conozco alguna forma de representar una pizarra en el ordenador
  • Sé cómo crear y compartir un vídeo con mis alumnos.
  • Sé cómo compartir documentos de forma distinta al email.
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